jueves, 15 de octubre de 2015

¿Cómo esquivar las bacterias en la cocina?

Hay una serie de buenas prácticas para evitar que caigamos enfermos con el placer de comer. Aquí van 5 sencillos pasos!


1. Primero debemos comprar a un buen proveedor para asegurarnos que el alimento que compramos está en buen estado. Y tener la cocina, así como los utensilios que utilicemos, bien limpia. 

2. Una vez llega a nuestra cocina debemos protegerlo bien,  separar lo que nos vayamos a comer pronto de lo que no y guardarlo envuelto en papel film, tápers, etc. También tenemos que separar bien los alimentos de aquellos que vayamos a consumir crudos, con el fin de evitar la contaminación cruzada

3. Para evitar la multiplicación de las bacterias, no tenemos que romper la cadena de frío. Si descongelamos un alimento no podemos volver a congelarlo (si no lo hemos cocinado previamente), ya que durante el tiempo que el alimento está  fuera del congelador las bacterias se multiplican. Con la congelación, éstas permanecen “dormidas”, pero se reactivan con la temperatura ambiente, como dice mi profe, son unas “walking dead”. Como dijimos en la entrada anterior dedicada a este tema, esto no sucede con el anisakis, ya que es un parásito. Eso no quiere decir que no debamos tener cuidado durante el proceso de descongelación.

4. La destrucción de las bacterias la podemos llevar a cabo de distintas maneras:

-          Aplicación del calor:
o   Con una temperatura superior a los 65-70Cº las bacterias empiezan a morir.
o   A partir de 80Cº empieza la pasteurización
o   A temperaturas superiores a los 100Cº esterilizamos el alimento. Hay que tener en cuenta que los alimentos cocinados a temperaturas muy elevadas, principalmente en la industria química, se desarrollan unas sustancias químicas perjudiciales para nuestro organismo, como la acrilamida, volviéndonos más vulnerables a ciertos tipos de cáncer. Estos procesos se dan por ejemplo, en la fabricación de las patatas chips. 

-          Adición de sustancias como la sal, azúcar, humo, vinagre, especias entre otras.

-          Reducción de la humedad, como la desecación por deshidratación, liofilización o evaporación.

-          Técnicas industriales como las conservas, envasado al vacío, atmosfera controlada, etc.

5. Por último, consumir los alimentos inmediatamente después de haberlos cocinado o guardarlos correctamente.  


Espero que estos consejos os sirvan tanto para el mundo de la hostelería como en casa. 

Salud!

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